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Ebrovisión cumple la mayoría de edad con otra magnífica edición

Una año más, y van 18, la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo ha visto el resultado final de todo un año de trabajo este pasado fin de semana. De nuevo nos han brindado una gran edición, con un cartel diverso, mucha representación de bandas jóvenes, diferentes estilos y grandes nombres con décadas de trabajo a sus espaldas. 

Comenzando por el jueves, Cariño, las ganadoras del concurso de bandas Ebromergentes & Aciturri, abrieron oficialmente el Multifuncional actuando en la carpa exterior. Aunque nos costó organizarnos y llegar a la hora, después de ver grabaciones de la actuación en el Contempopránea, no podía perdérmelas. Fue un placer ver un grupo con temas desenfadados y dinámicos, aunque sean para la bajona, sobre el escenario. Derrocharon simpatía y frescura en todo momento y me recordaron las primeras épocas de Fresones Rebeldes y La Monja Enana. Tontipop del bueno.

Cariño. Fuente: Ebrovisión
Siguiendo con bandas jóvenes y estatales, Texxcoco, desde Canarias, y La Plata, desde Valencia, fueron los siguientes. Ambos me resultaban atractivos, pero no los había visto en directo aún. Me encantaron las dos formaciones, aunque Texxcoco superaron más mis expectativas ya que es un estilo que escucho menos que el de La Plata, quienes tuvieron que solventar algún que otro problema con el bajo. Muchas ganas de volverlos a ver en sala durante el invierno.

Texxcoco. Fuente: Ebrovisión
Ya con más afluencia de público en el Multifuncional de Bayas, salieron al escenario Egon Soda. Un cambio de edad, de experiencia, de actitud... La superbanda liderada por el prolífico Ricky Falkner presentaba El Rojo y el Negro ante gente conocedora del trabajo de sus integrantes por separado. Un concierto correcto, sin grandes altibajos ni momentos especialmente destacables.

Los siguientes en salir al escenario fueron Viva Suecia, única banda por la cual se justificó el cambio de la Fábrica de Tornillos al Multifuncional, ya que todos los conciertos anteriores, así como el siguiente al de los murcianos, Quentin Gas & Los Zíngaros, podrían haberse ubicado en la emblemática Fábrica de Tornillos que tanto echamos de menos los jueves. Como digo, se notaba que era uno de los grandes reclamos de la noche para el gran público, aunque para mi fuesen las Cariño, sin embargo, y a pesar de que hubiese gente muy a favor de obra, no me pareció un gran concierto tampoco. Después de verlos en el Sonorama Ribera pocas semanas antes me pareció que no estaban al 100%.

Una vez finalizaron los conciertos acudimos a la pinchada de Carmona en la Orosco, que estuvo bien, pero sin salir de los básicos. Parecía una lista de Spotify hecha con la canción más escuchada de los grupos más obvios. Bien para bailar y para que todo el mundo esté contento y cante los temas, pero hasta ahí. Eso sí, mil gracias por poner Ojete Calor, falta hace. Quien cogió el relevo fue el extremeño Jotapop, pero debido a las horas y a que era jueves, la conciencia me dijo que igual mejor una retirada a tiempo para no estar hecha un trapo el resto de días. Mientras salía de la discoteca oí de fondo Pienso en tu mirá de Rosalía como primera apuesta del Dj, lo cual me hizo intuir que una gran sesión se avecinaba.

Ya el viernes tocaba desperezarse a una hora más o menos prudente para ir a ver a Cápsula, ahora sí, a nuestra querida Fábrica de Tornillos. Los argentinos, aunque desde hace unos años residentes en Bilbao, derrocharon energía a través de su propuesta de rock alternativo con tintes de punk y garage. Un gran acierto por parte de la organización programarlos a esa hora ya que gracias a ellos, a su música potente y soltura sobre el escenario, salimos con las pilas cargadas y ganas de ir a por el viernes. Otra banda que si no conoces o no has visto en directo, te recomendamos seguir y dar una escucha.

Cápsula. Fuente: Ebrovisión
Por la tarde acudimos a la pinchada de Deu Txakartegi en la carpa del recinto del Multi. Lo cierto es que estaba prácticamente vacía ya que la gran mayoría de la gente se encontraba dentro, en el concierto de Ángel Stanich, que presentaba su Antigua y Barbuda, bandera incluida. Llegamos sólo para Mátame Camión, un ya himno en el que de nuevo, el cantante de hablar pachacho en ocasiones, bajó a darse un baño de masas. Caras de felicidad al terminar el concierto.

Tras el cambio de instrumentos, y siguiendo el horario marcado salió uno de los platos fuertes internacionales de la edición, Ron Gallo. Los de Philadephia eran desconocidos para gran parte de los presentes, sin embargo supieron captar la atención del público y mantenernos allí durante todo el concierto. Para mi es imprescindible que los organizadores de festivales se arriesguen a traer bandas internacionales (o nacionales) no conocidas por el gran público, ya que terminar un festival con un nuevo puñado de bandas para escuchar y desgranar en casa es siempre un triunfo.

Pasamos ahora a otro de los grandes reclamos de la edición. Lori Meyers, habituales en el Ebrovisión están de aniversario y por ello presentan un set que además de cortes de su último disco de estudio En la espiral, incluye muchos temas que a día de hoy serían imprescincibles en cualquier recopilatorio de la banda andaluza como Tokio ya no nos quiere, ¿A-ha han vuelto?, Luces de Neón, Siempre brilla el Sol... Mucho cantar, saltar, sudar y sonreir para entre todos conseguir un ambiente festivalero por definición.

Y así llegamos al último concierto del viernes, el de los bilbaínos Empty Files, con una propuesta más cruda, de ambientación oscura y densa. Aún con un recinto a medio gas, el público que quedó allí supo sacarle partido a la banda y a sus temas, que sorprendieron por su juventud y propuesta.

Empty Files. Fuente: Ebrovisión
El sábado llegaba cargado de actividades, incluyendo un taller de rock para familias capitaneado por Anita y Los Peleles. Para sorpresa de nadie, no fui. Bastante que pudimos llegar más que puntuales, limpitos y con un buen café en vena a los conciertos de la Fábrica. Las bandas a disfrutar allí eran Salto Los Coronas. Si bien Salto nos dió los buenos días de la mejor de las maneras, Los Coronas revolucionaron la sala como hacen siempre, acercándonos al estilo surf y transformando temas como el famoso Corazón contento interpretado en los años 60 por Marisol.

Los Coronas. Fuente Ebrovisión
Para la comida del sábado se volvió a celebrar una muestra gastronómica en la Plaza de España en la que diversos restaurantes de la zona presentaron sus creaciones culinarias. Al finalizar, pudimos ver al dúo de garage zaragozano Los Bengala. Con sus características camisas atigradas hicieron caso omiso del sol y la calorina y de nuevo dejaron un gran concierto a la altura de los de Los Tiki Phantoms o Joe Crepúsculo, que también tuvieron lugar a esas horas en las ediciones anteriores. Si no sabes de qué hablo solo tienes que pasar por Youtube para ver el ambientazo que respira cada año en los conciertos de la comida del sábado.

De nuevo en el recinto principal de conciertos, se concentraba mucha gente esperando a nuestros Cayetanos preferidos. Carolina Durante es una de las bandas que más fuerte está pegando en los últimos meses y a pesar de tener poco repertorio, ha logrado que un buen puñado de curiosos los sigamos de cerca. Pero no sólo de Cayetano vive Carolina, temas como En verano (con un estribillo muy top), La noche de los muertos vivientes y El himno titular se merecen la misma atención.

Carolina Durante. Fuente: Ebrovisión
Y ahora ya sí que sí nos metemos en los conciertos de dos grupos estandarte de la escena indie española desde que existe escena indie española, La Habitación Roja, y La Casa Azul. (Momento para la gracieta sobre los nombres de los grupos... ok, sigamos). Ambos con una par de décadas de carrera, con una extensa discografía, el respeto tanto de crítica como de público... y con dos propuestas muy distintas. Si bien La Habitación Roja tienen un repertorio y presencia más clásica, La Casa Azul es todo estridencia y fantasía. La formación de Jorge Martí, que además fue una de las bandas presentes en el primer Ebrovisión, lo hizo genial, un conciertazo en toda regla. La banda siempre da todo lo que tiene dentro y el público, que sabe reconocer el esfuerzo, talento y entrega de la banda, supo recoger el testigo y estar a la altura. Concierto para meter en el saco de "Mejores de Ebrovisión 2018".

Pero lo de La Casa Azul es de otro mundo, después de años esperando que apareciesen por este festival tan especial para todos, por fin llegó el momento. Con la ilusión en los rostros de todas y cada una de las personas que allí estábamos esperando para escuchar a Guille Milkyway, salieron a escena con su particular atuendo. Desde el minuto uno nos metimos a fondo en el concierto que, cómo no, incluyó los temas adelanto de su próximo álbum La Gran Esfera (que se espera esté a la venta a finales de este año) Podría ser peor, El momento y Ataraxia. Gracias a la calidad que ofrece este festival y a una de sus señas características, la comodidad, fue muy fácil disfrutar del concierto, saltar y bailar a ritmo de Superguay, El momento más feliz o Chicle Cosmos y a la vez interactuar con el resto de la gente para hacer de todos y cada uno de los temas algo inovidable. Porque sí, porque a estas alturas del festival ya a todos nos ha quedado claro que el Ebro es para hermanarse con el que tienes a tu lado, para mirar a cualquier parte y ver gente sonriendo y disfrutando de la música y del buen rollo, y este, el gran último concierto, debía recoger todo eso. Puro éxtasis.

Para terminar y cerrar los conciertos, DBFC, una banda francesa que de nuevo, era nueva para la mayoría de nosotros. Gracias al buen ojo de los organizadores volvimos a presenciar un gran concierto en el que no hizo falta conocer los estribillos para subirse al tren de quienes están sobre el escenario.

Y cuando parecía que ya estaba todo el pescado vendido resulta que el domingo llegan Gerente a la terraza del Vintage. Sólo los zombies más animados nos fuimos para allá después de recoger los bártulos de la tienda, ese gran momento, e intentamos mantener el tipo de la mejor manera posible mientras el cuarteto bilbaíno tocaba temas de sus, hasta la fecha, dos trabajos, Es Bien y Ciencia Mundana. Si algo no se les puede negar son las ganas de involucrar al público en sus bolos, bien sea lanzando una encuesta sobre qué artista español es más grande, acercándose a tocar entre ellos o haciendo protagonista del tema Ella a alguna de las presentes. Muy bien todo salvo que no tocaron mi bossa nova favorita.

Ahora sí, nos despedíamos de nuestro festival fetiche con esa sensación agridulce que ya es también parte de la tradición. Larga vida a Ebrovisión.

Ebrovisión cumple la mayoría de edad con otra magnífica edición Reviewed by Lour on 13:00:00 Rating: 5

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