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Crónica concierto Rufus T. Firefly y Carlos Sadness Gira Vibra Mahou Cómplices



Si a una buena Mahou le sumamos el sonido de la buena música, nos sale un menú redondo bautizado bajo el nombre Mahou Vibra Cómplices, que podrá ser degustado en diferentes salas de la capital. 

El primer afortunado fue Teatro Barceló, donde el pasado lunes 22 de octubre y bajo un ambiente bañado en un aura de luz roja, se presentó como plato principal a Rufus T. Firefly y Carlos Sadness respectivamente. 


El humorista Juan Amodeo fue el encargado de interpretar el papel de maestro de ceremonias. Y lo hizo de forma tan resolutiva, que incluso supo salir airoso, y de forma bastante inteligente, de aquel sector del público que pedía casi a gritos que su estancia en el escenario durara lo menos posible. 



Sobre las 9 y media, el alegato al amor y el homenaje a la psicodelia de los años 70 y 80 que suponen Loto, la segunda parte del álbum Magnolia, se adentró en el cuerpo de todos los que allí nos encontrábamos. 
Un sonido preciso y claro hacía imposible no sentir cada golpe de batería, cada punteo de guitarra o no identificarse con Víctor cada vez que este se ponía al teclado y volaba como halcón milenario. Está claro que si algo caracteriza a Rufus T. Firefly es su capacidad para hacernos parte de unas letras que reflejan la realidad de forma poética y un sonido que transporta a situaciones de colores vibrantes, explosivos y en movimiento. 

Con los primeros acordes de Loto, la buena energía ya andaba por casa y los cuerpos danzaban dejándose llevar. Sin pretensiones ni aspiraciones. Tras la interpretación de Final Fantasy y Druyan & Sagan dónde, haciendo alegato a una de sus letras, lo único que importaba era estar allí; llegó el turno de Nebulosa Jade y, como era de esperar, todos nos pusimos en modo flan… porque quién no ha buscado alguna vez la vida en Marte.

Interpretaron un total de 6 canciones, antes de dar paso a su complicidad con Sadness haciendo una versión del tema Eres para mí de Julieta Venegas







Tras esto, dimos un salto en el espacio y el tiempo para trasladarnos a la tierra de la papaya y el ukelele. Con Sebastian Bach se produjo la entrada del cantante de pelo largo y pitillos ajustados. No sé si se debe a su mayor estancia en el plano musical o a su cercanía con la generación millennial, pero se pudo apreciar un cambio en el público donde las canciones se tarareaban con mayor ímpetu y claridad que con el anterior grupo. Algo que, como fan de Rufus, me apenó un poco. 

Hale Bopp, Longitud de Onda y Amor Papaya fueron los predecesores de su último hit Te Quiero Un Poco, dedicado a todas las Mirandas del mundo. Un total de 8 canciones fueron las interpretadas por Carlos Sadness, que decidió cerrar su concierto con un acierto seguro: Qué Electricidad. Cómo era de esperar, una subida de buenrollismo y alegría serían los resultados si nos hubieran hecho un análisis de sangre. 



El segundo homenajeado de la noche fue Andrés Calamaro y su tema Loco, para el cual volvieron a salir al escenario Rufus T. Firefly

El breve acercamiento con el público se produjo a través de una leve, levísima ronda de preguntas que, honestamente, dejaron bastante que desear por parte de los asistentes. 

La velada finalizó con un dueto entre ambos cantantes y su interpretación del tema SPNB de Iván Ferreiro. Una versión en acústico aliñada por una lluvia de pompas de jabón que me hizo entender por qué se puede volver al lugar pero no al momento. 





Crónica concierto Rufus T. Firefly y Carlos Sadness Gira Vibra Mahou Cómplices Reviewed by Isabela Vivo on 12:01:00 Rating: 5

2 comentarios:

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